Shibari: de la tortura al arte

En el mundo de las prácticas eróticas y artísticas, pocas disciplinas han capturado la imaginación y la curiosidad como el shibari. Originado en Japón, el shibari es una forma de atadura con cuerdas que ha evolucionado desde sus raíces en el periodo Edo, en el que se consideraba un método de tortura, hasta convertirse en un arte cuidadosamente elaborado y una expresión de la intimidad y la belleza. En esta entrada de blog, exploraremos la historia del shibari, su transformación de una técnica de tortura a un arte y abordaremos los riesgos asociados con su práctica, junto con consejos para disfrutarlo de manera segura. Además, también exploraremos la dimensión sexual que se encuentra presente en el shibari.

El Shibari en el Periodo Edo y la Apertura en el Periodo Meiji:

Durante el periodo Edo, que abarcó desde 1603 hasta 1868, Japón se encontraba cerrado al mundo exterior, lo que limitaba las influencias externas y permitía el desarrollo de sus propias tradiciones y prácticas. En ese contexto, surgieron técnicas de atadura llamadas Hojojutsu, que se utilizaban para restringir y someter a prisioneros. Estas ataduras tenían una función principalmente práctica y eran utilizadas como una forma de tortura.

Sin embargo, con la llegada del periodo Meiji en 1868, Japón experimentó una apertura significativa al resto del mundo. Durante esta era de modernización y occidentalización, Japón comenzó a adoptar nuevas ideas, tecnologías y prácticas culturales provenientes de Europa y América. Esta apertura también influyó en el ámbito del arte erótico y el shibari.

En el periodo Meiji, el fotógrafo japonés Seiu Ito (1882-1961) jugó un papel destacado en la evolución del shibari y su representación visual. Ito utilizó la fotografía para recrear las ilustraciones eróticas exóticas y artísticas del pasado. Sus fotografías presentaban modelos atados con cuerdas en posturas elaboradas, inspiradas en las representaciones artísticas tradicionales.

La Transformación del Shibari en un Arte:

A medida que el periodo Edo avanzaba, el shibari comenzó a alejarse de su asociación con la tortura y se transformó en una forma de arte visualmente atractiva. Los artistas japoneses empezaron a utilizar las cuerdas para crear patrones complejos y hermosos en el cuerpo humano, destacando la belleza del cuerpo, la delicadeza de las cuerdas y la interacción entre el modelo y el atador.

Las fotografías de Ito y otros artistas contemporáneos contribuyeron a la popularización del shibari como una forma de arte erótico. Estas imágenes atrajeron la atención tanto en Japón como en el extranjero, y fusionaron la tradición del shibari con la modernidad de la fotografía, permitiendo una representación más realista y detallada.

Riesgos y Práctica Segura:

Es importante tener en cuenta los riesgos asociados con el shibari, ya que involucra atar el cuerpo con cuerdas. Los principales riesgos están relacionados con la compresión de nervios y la restricción de la circulación sanguínea. Para practicar shibari de manera segura, se recomienda aprender de expertos, participar en talleres y adquirir conocimientos sobre la anatomía humana. Es fundamental establecer una comunicación clara y mantener un constante consentimiento entre las partes involucradas. Además, es necesario tener en cuenta las técnicas de liberación rápida en caso de emergencia y mantener un ambiente seguro y cómodo durante la sesión.

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Recuerda, libera el cachorro que hay dentro de ti

Lady Sadira