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Desmintiendo Mitos sobre el BDSM

El BDSM ha sido objeto de muchos estigmas y tabues a lo largo de los años. Estos estigmas pueden crear una imagen distorsionada de lo que realmente implica el BDSM y dificultar la comprensión de esta forma de expresión sexual y emocional. A continuación, desmentiremos algunos mitos comunes y proporcionaremos información precisa y educativa para fomentar una visión más clara y objetiva de esta práctica.

Mito: El BDSM es abuso o violencia:
Realidad: El BDSM se basa en el consentimiento informado y el intercambio consensuado de poder. Todas las actividades se realizan de manera segura y consensuada entre adultos que han acordado los límites y las reglas de antemano. El consentimiento y el respeto mutuo son fundamentales en todas las prácticas.

Mito: El BDSM es una práctica exclusiva de personas con problemas psicológicos o que no saben relacionarse en sociedad:
Realidad: No existe una correlación directa entre el BDSM y los problemas psicológicos. Las personas que participan en el BDSM pueden tener vidas emocionalmente saludables y relaciones estables fuera de la práctica BDSM. El BDSM es una forma válida de explorar la sexualidad y la intimidad, siempre y cuando se realice de manera segura y consensuada.

Mito: Las personas sumisas son débiles o sin autonomía:
Realidad: La sumisión en el BDSM es una elección consciente y libre. Las personas sumisas tienen el control sobre su propio consentimiento y pueden retirarlo en cualquier momento si así lo desean. La sumisión puede ser una forma de empoderamiento y liberación personal para aquellos que lo eligen.

Mito: Las prácticas BDSM son siempre extremas y dolorosas:
Realidad: Si bien algunas prácticas BDSM pueden involucrar elementos de dolor y estimulación intensa, esto varía ampliamente según las preferencias de cada uno. El BDSM se trata de la exploración de los límites y las fantasías eróticas, y cada persona tiene las suyas propias. Para muchos participantes, el énfasis está en la exploración del poder y la entrega, más que en el dolor físico.

Mito: Las personas que practican BDSM son promiscuas o tienen problemas de intimidad.
Realidad: La práctica del BDSM no está relacionada con el nivel de promiscuidad o problemas de intimidad. Las personas que participan en el BDSM tienen diferentes enfoques y estilos de relación. La práctica del BDSM no dicta la forma en que alguien elige establecer sus relaciones personales.

Mito: El BDSM es solo para personas con experiencias pasadas de abuso o trauma.
Realidad: La participación en el BDSM es una elección personal basada en intereses y deseos individuales. No se debe asumir que todas las personas que se involucran en el BDSM lo hacen como resultado de experiencias traumáticas previas.

Mito: El BDSM es una adicción o un comportamiento compulsivo.
Realidad: El BDSM no es una adicción. Si bien algunas personas pueden tener una fuerte inclinación hacia el BDSM y disfrutar de su práctica de manera regular, esto no significa que sean adictas. La clave es mantener un equilibrio saludable en todas las áreas de la vida y asegurarse de que el BDSM se practique de manera segura y consensuada.


Es importante desafiar los estigmas y mitos asociados con el BDSM para promover una visión más precisa y realista de esta práctica. El BDSM se basa en el consentimiento, la comunicación y el respeto mutuo, y no tiene relación con el abuso o la violencia. Al desmitificar estas creencias erróneas, podemos fomentar una comprensión más completa y aceptación del BDSM.

2 Comentarios

  • Uninvited Guest

    Excelente entrada, Lady Sadira.

    Aunque la sociedad actual sigue en proceso de abrirse a temas tradicionalmente considerados tabú (la sexualidad, la salud mental, etcétera) aún lleva a cuestas un pesado saco de oscuras profundidades en las que cuesta ver lo que hay… Temas como el BDSM o el ejercicio de la sexualidad como profesión siguen siendo temas aparentemente intocables, de esos que te queman o te pinchas si te acercas, o que te quema las retinas si los miras.

    Nada más lejos de la realidad, pero hace falta un ejercicio sano de acercamiento con la mente abierta para ver y comprender el mundo del BDSM. El de verdad, no el de las películas taquilleras ni las del porno underground que parecen ser la única referencia de muchos y el origen de esos mitos que tiene usted a bien desmentir.

    Queda mucho por avanzar como sociedad. De mientras, los que podemos disfrutaremos del BDSM como es debido.

    A sus pies, Lady

    Uninvited Guest

  • sumiso_catalan

    Como todo lo que has escrito en este blog, tus palabras mayoritarias siguen siendo el respecto, acuerdo, consentimiento… Así es como debe ser el BDSM, y si alguien encuentra a un amo/a y/o sumiso/a que no respeta dichas reglas, no estará practicando BDSM. Estaríamos ya hablando de agresión sexual, vulnerabilidad de derechos, ¿violación?, o cualquier otro tipo de delito que vaya en contra del derecho de las personas.

    Todas las personas que practican el BDSM deberían tener grabadas en su mente estas realidades, y aplicarlas, sino, el mito sería realidad, y dichos mitos no deben ser reales, porque no forman parte del BDSM. Forma parte de la mala visión que tiene la gran parte de la población sobre dicha práctica sexual (que no práctica violenta).

    Gracias por tu publicación. Esperemos que la siguiente sea tan buena como esta.

    Siempre fiel,

    Sumiso_catalan.

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