Blog,  Experiencias sumisos

Segunda auditoría

Siempre me he creído el más listo de la clase, y realmente lo era. Y digo que lo era porque alguien más listo que yo ha aparecido en mi vida. Dejándome como un segundón cualquiera, y lo peor es que quien se acuerda de los segundos.

Para entender cómo ha pasado esto, nos tenemos que remontar al no muy lejano 11 de febrero de 2024 , desde aquel día era aparentemente era un leal siervo de Lady Sadira. Y es que a ojos de la sociedad y de ella, siempre he intentado ser el mejor siervo que pudiese tener, actuando según los más estrictos de los cánones de la sumisión masculina.

No obstante y cómo os podéis imaginar no era así, y es que desde que la sociedad matriarcal volvió a dominar el mundo. Yo me convertí en un miembro destacado de la resistencia anti-matriarcado. Mi nombre en clave es Victor Laszlo, y mi única misión entrar en el mundo de Lady Sadira, con el claro objetivo de conseguir el máximo de información. Según nuestros servicios de inteligencia establecieron que ella, era la mujer con un carrera más prometedora dentro del nuevo organigrama. En clave la bautizaron como Ilsa Lund. – No sé si nuestro jefe es un enamorado de la película Casablanca , lo que sí tengo claro es que la belleza de Lady Sadira es igualable a la de Ingrid Bergman.

Mi caída a los abismos empezó el 17 de Marzo, día de San Patricio. Ese día estuve citado por Lady Sadira a someterme a una nueva auditoría de conducta, y es que como mencione en el anterior capítulo todos los hombres tenemos la obligación de pasar continuas auditorías para evaluar nuestro comportamiento dentro de la sociedad. Asumiendo que alguna falta había cometido en los últimos días y por lo tanto recibiría algunos castigos, fui a la auditoría con el firme objetivo de recopilar el máximo de información y conocer más detalles de sus intenciones, por eso era el mejor agente de la resistencia.

La noche anterior me envió un mensaje, ordenándome que nos viéramos en su oficina especial. En ese momento empecé a sospechar que alguna cosa no iba como tenía planeado, pero con el convencimiento que fuese lo que fuese superaría el contratiempo, obtendría información y al final derrocaremos la nueva sociedad.

Normalmente en las “auditorías” primero tenemos que contestar un pequeño cuestionario, sobre nuestra conducta desde la última vez que nos vimos. Las preguntas suelen cambiar, pero a menudo nos preguntan si hemos tenido comportamientos no adecuados o hemos faltado al respecto algún miembro femenino de la sociedad. En función de nuestras respuestas tenemos un castigo de un tipo o de otro. Pero siempre se nos castiga, ya sea por mal comportamiento o sólo por el hecho de recordarnos nuestra posición.

Pero en este caso se saltó directamente el cuestionario, me puso directamente en un cepo y una vez me tuvo a su merced, empezó preguntándome por Casablanca.

  • ¿porque iba yo tantas veces?, ¿ a quien veía?

En parte le respondí la verdad, iba a Casablanca por trabajo. Y es que soy el encargado de gestionar los envíos marítimos de unas de las sociedades que controla directamente el estado matriarcal. Y últimamente con la crisis de los contenedores, nuestro flujo de material había sufrido muchos retrasos, y por ello habíamos dejado de suministrar a muchos clientes.

Mi respuesta provocó un cambio en sus facciones y me dijo.

  • Piensas que soy tonta, sé que te ves con gente que no es de nuestra empresa. Dime sus nombres y porque os veis.

No dije nada, cosa que la enfureció aún más.

  • Muy bien, si no quieres hablar seré yo quien te haga memoria. Voy a darte 100 azotes y quiero que los cuentes y cuando te acuerdes de alguna cosa ya me lo irás contando. Por cierto si te descuentas volvemos a empezar.

Antes de empezar con el primer azote me tapo los ojos y me puso un plug anal.

Tengo que decir que estoy entrenado para aguantar el dolor y no perder la concentración en estos casos. No obstante esta vez no se que me pasó que perdí la cuenta 3 veces, por lo que ella empezó de nuevo. Finalmente llegué a los 100, pero en total recibí más de 220 azotes. Cuando termino me pregunto si ya había hecho memoria. Mi culo ardía de dolor y mi mente ya no pensaba con claridad, por lo que confesé todo de la operación Casablanca.

El motivo real de mis viajes a Casablanca no era otro que el de desviar material de los contenedores de la empresa, para poder vender la mercancía en el mercado negro. Con el objetivo de financiar el movimiento de resistencia anti-matriarcal. En Casablanca me reuní con Ugarte, pero hay más miembros involucrados como son Sam o el Capitán Louis. El jefe de la organización era Rick, pero él no estaba en Casablanca sino que vive en Bari, donde regenta el Rick’s Cafe.

A día de hoy llevamos defraudados más de 4.000.000 €, con ello podemos pagar a una red de informadores que van desde los porteros de los Ministerios, hasta personal de limpieza. Todos aquellos puntos donde si estás atento es muy fácil conseguir información para la causa.

Cuando terminé de contarle todo sobre la operación Casablanca, me dijo que me iba a proponer un trato. O bien me enviaban preso a una cárcel de máxima seguridad en medio del Desierto de la Muerte en Utah o trabajaba como agente doble para la sociedad. Pero que si decidía lo segundo me tendría que someter a un entrenamiento, para aguantar mejor el dolor. No fuese caso que Rick se diese cuenta de que era un agente doble y me hiciese hablar a traves de la tortura.

Me indico que tenía 5 minutos para decidirlo.

Tras mucho sopesar decidí la segunda opción, tengo una aversión terrible al calor y seguro que en medio del Desierto de la Muerte no duraría ni 3 días.

Lady Sadira, puso cara de satisfacción ya que obtener información de primera mano seguro que la ayudara a escalar posiciones más rápidamente dentro de la jerarquía.

Pero antes de empezar con el entrenamiento me dijo que quería que le hiciese el mejor masaje de pies, que se había tenido que esforzar mucho para hacerme hablar y que quería relajarse un poco.

En la primera auditoría ya tuve ocasión de acariciar sus pies, eran si cabe más perfectos de lo que recordaba. Después de 10 minutos me dijo que yo ya había tenido suficiente descanso y que ahora empezaría el entrenamiento.

Para ello ató mis pies a una columna y me esposo las manos entre sí, dejándome completamente expuesto a su merced.

Me miro y me dijo.

  • Has escuchado nunca la expresión de “ morirse de risa”, pues hoy vas a ser tú el que la hagas realidad.

No sabía cómo habían conseguido saber que las cosquillas son mi punto débil, pero empezó a hacerme cosquillas por todos los puntos sensibles del cuerpo y en especial las plantas de los pies. La verdad es que no sabía como ponerme, a decir verdad tampoco tenía mucha libertad de movimientos. De los nervios que pase, mi cuerpo empezó a temblar sin control. Ciertamente empecé a pensar que de esa no saldría, cuando de golpe pararon las cosquillas. Justo en el momento que vi que ella se sentaba encima de mi cara, jugando con mis respiración iba pasando las partes más íntimas de su cuerpo por encima de mi nariz y boca.

Si con las cosquillas pensaba que iba a morir de nervios, con el facesitting pensé que moriría ahogado. Aunque no tengo claro si moriría ahogado por la falta de aire o ahogado de placer por tener el cuerpo de Lady Sadira sentado encima de mi cara. Sentir el olor a intimidad de Lady Sadira es lo más cerca que he estado nunca del paraíso. Tengo que confesar que no me hubiese molestado morir en esa situación.

Pero los designios no quisieron terminar conmigo ese día, ya que en el momento que más cerca estuve de quedarme sin aire. Lady Sadira dejó entrar el aire justo para devolverme a este mundo, me miró y riendo dijo.

  • ¿ Estás bien cachorro? Tienes que aprender a respirar, cualquier día de estos te dará un patatús. Veo que estás aguantando bastante bien el entreno. Veremos si superas esta última.

La última parte del entreno que tenía pensado Lady Sadira para mi ese día, era aproximarme al orgasmo para después negarmelo. Me dijo que si no me desmoronaba me dejaria correr al final. Hice de tripas corazón para no rendirme, ya que el premio de poderme correr era un bien muy preciado. Y es que desde que estoy bajo las ordenes de Lady Sadira, tengo prohibido relajarme sin su permiso. Cuando ya llevaba una eternidad , o eso me parecía a mí, me miró y me dijo.

  • ¿Te imaginas que ahora paro, te vuelvo a poner la jaula de castidad y damos por terminado el entreno?

Mi mundo se desmoronó y supongo que mi cara reflejó la decepción, pero ella empezó a reír.

  • Tranquilo, no soy tan mala. O como mínimo hoy no tengo ganas de ser tan mala. Pero eso te servirá para aprender a quién pertenece tu cuerpo y tu mente.

A continuación de decir esto, cogió el Magic Wand y continuó jugando con mi polla hasta que me corrí. Pero no se conformó con ello y continuó jugando con ella hasta que se cansó.

Finalmente me desato, me ordenó que pusiera orden en la “oficina”, y que no tardase mucho. Que la “auditoría” le había hecho entrar hambre y quería que la llevase a comer.

Pero no sería nada placentero para mi. Me sacó de su oficina tirando de la cadena que llevaba en el cuello. Una vez en la calle me dijo : Arreglatelas como quieras pero tienes que llevarlo puesto hasta el restaurante. Por suerte llevaba una chaqueta de cuello alto y la gente de la calle no se dio cuenta.

En el restaurante algunos comentarios y acciones me ponían muy nervioso, ya que tenía miedo de ser descubierto por todos. Pero debo confesar que conocer a Lady Sadira fuera de la “oficina” hizo que tuviese una imagen de ella completamente distinta.

Al salir se repitió la operación, pero esta vez me hizo que la acompañase hasta el Metro.

En las escalera soltó la correa y me susurro al oído,

– Debo confesarte que esta tarde me lo he pasado muy bien. Espero que pronto te reunas con Rick y vengas corriendo a explicarme todo lo que sabes de “vuestra” resistencia.

Con esa idea me fui a casa, cómo sería capaz de obtener información.

Por suerte Rick me llamó al día siguiente. Pero esto lo contaré en el tercer capítulo.

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